“Como herederos del carisma de San Antonio María Claret, nos preguntamos: ¿Qué nos pide el Espíritu en este momento de la humanidad para mantener viva y fecunda la herencia recibida?” (MS 34).
“Somos en la Iglesia y en la sociedad la resonancia de Claret, apasionado ministro del Evangelio a tiempo y a destiempo a través de todos los medios de los que disponía”