La introducción a fase la realizó el P. Enrique Aponte, cmf, quién a la luz del canto soñador de Claret y el texto bíblico de San Mateo 1, 19-21, comenzó diciéndonos que En la historia de la salvación Dios ha aprovechado los sueños para revelarse. En ellos ha mostrado su voluntad y los seres humanos hemos podido intuir cuál era su proyecto.

En esta segunda fase, estamos invitados a percibir cuál podía ser hoy el sueño de Dios sobre la Provincia, los capitulares dedicaremos tiempo a tratar de vislumbrar ese futuro: ¿qué Provincia nos gustaría encontrar al final de este periodo, cuando se celebre el próximo Capítulo Provincial? Todo lo descubierto en la fase anterior ayudará a definir el sueño.

Se trata de fijar la mirada en las semillas de vida detectadas. ¿Qué Provincia podía nacer de ellas? ¿Por qué no imaginar un futuro en el que toda esa fuerza lograra armonizarse secundando a la gracia en un proyecto común? Las intuiciones de cada uno deben ser compartidas y dialogadas Todos los capitulares Tenemos el tiempo para responder esas preguntas: ¿qué rasgos tendría esa Provincia que soñamos? Cada grupo formula después cuál cree que es el sueño de Dios sobre la Provincia.

Dicho trabajo ser vio enriquecido con la explicación de los pasos a trabajar que nos brindó el P. Henry Omonisaye, cmf, a saber:

  1. Contemplar el Sueño de la Congregación, tomarse un tiempo personal para leer y releer el sueño, orar con él e interiorizarlo
  2. A la luz del Sueño de la Congregación y de las conversaciones realizadas: Escribir el sueño que usted cree tiene Dios para la provincia, tener en cuenta que lo hacemos de acuerdo al proceso en el que estuvimos en la etapa anterior: Apostolado, Gobierno, Economía, Formación, Espiritualidad
  3. Volver al grupo en la que trabajo y compartir el Sueño elaborado.
  4. Elaborar un único sueño como grupo para la provincia, que se compartirá en plenario.

Al finalizar la tarde se compartieron los diferentes sueños que consideramos son los que Dios desea para nuestra provincia, en total salieron 7 sueños, que se meditaron, reflexionaron y fueron mejorando.

Al cierre de la jornada se mantuvo un dialogo fructífero con la comisión de asuntos especiales, lo que ayudo a seguir pensándonos como provincia y a trabajar por el bienestar de la comunidad provincia. Agradecemos al P. Henry Omonisaye, cmf, por su cercanía, compromiso, testimonio de vida.

Concluimos nuestra jornada con la celebración de la Eucaristía, colocando en las manos de Dios, cada uno de los sueños que se han ido trabajando, continuaremos con la fase el día de mañana.